Decían de Nekhti que era mujer capaz de revivir a los que habitan la mansión de los muertos y rematar a los que aún se consideran vivos y vienen a su presencia.
Este que veis aquí es Sekehmké, su esclavo.
La figura es el porteador, con piernas y pies postizos, procedentes de un madeltoy indio. El sistema de pintado que empleo en este caso, para que el color sea lo más semejante posible al color negro de la figura, es utilizando betún de Judea. Una vez que ha secado, con un poco de acrílico color gris medio se le va quitando el brillo al betún, queda de un tono mate muy apropiado. El mismo tono de acrílico y a pincel seco he empleado con el resto de la figura. El abanico egipcio está realizado con un pinchito de madera, y las plumas son de papel, recortado como en el caso de las palmeras de los belenes, y pintado con diferentes tonos de acrílico. Podía haber utilizado un plumero, pero lo divertido de esta afición es la posibilidad que se le plantea a uno de ir creando cosas a partir de materiales que no tienen nada que ver con el objetivo a recrear.
Por cierto, con el mismo betún de Judea, una gotita en un pincel, manché de oscuro la bolita blanca del atomium del madelman, para que no destacara en las articulaciones. Es bastante resistente, y no se desbarata el proceso por mucho que articulemos el brazo del madelman. En la segunda fotografía es donde se aprecia mejor este "camuflaje".
El collar está pintado a mano, con acrílicos, así como los adornos de la parte superior del abanico, imitando motivos egipcios.
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